En el 2011 hicimos un crucero por el Mediterráneo y realizamos la excursión a las ruinas de Pompeya, esa ciudad de la Antigua Roma que quedó enterrada después de la erupción del volcán Vesubio (año 79 D.C.) y cuyos habitantes perecieron bajo todo el flujo piroclástico. Tuvo que ser horrible…
Ruinas de Pompeya tras la explosión del Vesubio
Un lugar con una gran historia, con sus calles empedradas y donde se refleja el estilo de vida de la época. Fue una gran excursión pese al calor horrible que había en esa fecha (agosto 2011). Mi hija tenía un año y dos meses, y se portó como una campeona disfrutando del paseo y llamaba la atención de quien la rodeaba porque no paraba de explorarlo todo.
Una curiosidad del lugar, es que allí se encuentra el lupanar de Pompeya:
El lupanar estaba ubicado entre varias tabernas y unas termas. Se podrían ver esculpidos en las losas «pequeños» falos cuya punta nos indica la dirección que debemos tomar para encontrarlo (señal vial de la época).

Forma fálica
Era de dos plantas, la superior para clientela de mayor poder adquisitivo donde las «trabajadoras del amor» seducían a los viandantes contorneándose, mientras que la planta baja estaba reservada para los ciudadanos que no tenían propiedades. Se podían ver las camas de piedras (que debían ser comodísimas…) y diferentes habitaciones para disfrutar en privado. Las «canitas al aire» parece que vienen desde muy atrás.
Aparte de esta curiosidad de la zona, estaba el lugar donde se encontraban algunos habitantes tal y como quedaron después de que fueran enterrados por la lava del volcán…(Foto de mujer embarazada y un perro entre las ruinas arqueológicas del lugar).
Siempre es impactante conocer sitios nuevos pero éste fue de esos que no te deja indiferente por la forma en que terminó la vida en esa gran ciudad, que en su día, sin lugar a dudas, fue.
Muy buen aporte, muy recomendable! Saludos.